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Esa fecha parte III

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Mensaje por bleeding carnation Vie Mar 19, 2010 3:55 am

Esa fecha

Parte III


Una alta mujer de cabello largo y blanco, miraba, aún aburrida cómo se divertían las personas alrededor de ella, no era por berrinchar, pero se supone que cuando sales con tu cita en San Valentín es para pasar un tiempo juntos y no con unos niños entremedio o por lo menos no poniéndole tanta atención a los niños, un novio normal trataría de sacarse de encima esas dos cabecitas para pasar tiempo con su cita, pero no, en el trencito había sido mucho menos que una sombra, en cada puesto que pasaban la prioridad nacional eran los infantes…ahora en el río esperaba de corazón que por fin pasara algo, extrañaba a Yosak, por lo menos con el se divertía…
Entre las personas vio, un antiguo "amigo" que había tenido, deseó profundamente poder ir con él, pero no podía abandonar así al castaño, necesitaba una excusa, pero con una excusa se daba la posibilidad de que se encontraran por la feria y ¿qué le diría?...sin embargo no tuvo que derrumbar sus esperanzas, la encargada del juego era, sin duda, su amiga castaña, monitoreando los botones muy concentrada, viendo de vez n cuando esos extraños cuadrados, que semejaban pinturas, pero que se movían, no pudo saber a ciencia cierta para que servían, pero no era momento para preguntar, se acercó como una pantera a se presa.
-¿Gisela?
-¡¿Ulrike?!...¿vas a subir? Este es un excelente juego, en especial para parejas.
-Sí, yo vengo con Conrard…-sabía del amor que le profesaba la doctora hacia el soldado.
-Ya veo..-sus ojos se oscurecieron.
-Por eso mismo venía a hablar contigo…
Los ojos verdes parpadearon en sorpresa.
-Quiero que tomes mi lugar….-junto sus dos manos en señal de súplica frente a su cara-¡por favor!
-¿Eh?...¿Por qué?...
El motivo principal del abandono fue señalado entre la multitud.
-Por favooooorrrr, sé que te gusta…vamos…
-Pero, yo tengo que hacerme cargo de aquí.
-Deja a alguien en reemplazo, vamos Gisela, no me digas que piensas perder esta oportunidad, por favor…
Justo en ese momento a Darcascos se le ocurrió pasar por enfrente del lugar.
-¡¡Darcascos!!
-¡Sí, mi capitán!
-¡Desde ahora esto queda bajo tu responsabilidad y mando!¡espero que puedas cumplir a cabalidad con mis ordenes!
-¡Sí, mi capitán!
En su mente se disculpó con el pobre soldado, quién sólo quería pasar un tiempo grato con su esposa, al empezar el día había tenido que correr de aquí para allá buscando un repuesto para una de las ruedas del carruaje del maou, que extrañamente de un segundo a otro había sufrido quemaduras. La soldado, sintiéndose mal por su subordinado, tomó ventaja de su puesto.
-¡Conrard-kun!
-¿Sí, Ulrike?
-De ahora en adelante irás con Gisela…
El hijo del medio de la sexy-queen se quedó con la vista clavada en la médico, por último sonrió.
-Está bien, Gisela ahora nos vamos a subir con los niños al juego…¿sí?
-¡Sí!-contestaron por ella dos vocecitas.
Y así fue como el infortunado de Darcascos terminó al mando de "el río"…


-¡Ahí!, ¡ahí es!- dijo un chico apoyando sus manos en sus rodillas para descansar un poco.
-Yuuri…de casualidad ¿te has perdido en tu propio cuarto?-una gran vena decoraba la frente del príncipe, se había dejado dirigir por el rey, el que, había provocado una nueva perdida, es verdad, no era completamente su culpa, habían seguido la rueda lo máximo que habían podido, pero no contaron con las calles sin salida ni los cambios que se habían hecho en los planos-Yuuri, ese puesto no debería estar ahí…
-Sí, tienes razón, pero qué le vamos a hacer…
-Denunciarlo…
-No, vayamos a la rueda, este día es San Valentín…debemos pasar tiempo juntos…-los ojos se llenaron de súplica.
-Me recuerda a los ojos de un gato que vimos en la película de un ogro verde…
-Vamos…
-Bueno, vamos…-cerró los ojos en señal de rendición.
-¡Qué raro!
-¿Qué es raro?
-No hay nadie…
-Sí hay.
-Pero no en la fila…
-Es cierto, pero qué importa, mientras podamos subir no hay problemas.
El encargado de "la rueda", estaba en posición de recibir por lo menos a una persona que quisiera subir a ella, nadie se atrevía a acercarse.
-¡Su majestad!¡su excelencia!, ¡quieren subir!....¡verdad!...¡¡sí!! ¡quieren subir!-fueron empujados cada uno por una mano del hombre hacia el pequeño cubo, se sintieron casi obligados a hacerlo, más cuando la puerta fue cerrada fuertemente y empezaron a subir, quedando a una altura suficiente como para que al siguiente cubo pudieran ingresar personas.
-¿Qué fue eso?...-un moreno seguía mareado por la prisa que se había mostrado.
-Eso-el rubio mostró con un leve movimiento facial, la posible causa de que nadie hubiera querido subirse al juego, delante de ellos se apreciaban dos colas de caballo, una roja y otro gris.
-¡Gwendal!-meditó mejor la situación-¿besará a Anissina?...
-¡Henachoko rosa! Eso no es lo que importa.
-¿Entonces?
El punto era que Yuuri no conocía el buen olfato del general para "cosas pecaminosas" y verlas hasta por debajo del alquitrán.
-Que cuando bajemos tendremos que pasar por al lado de él.
-¿Y…?
-Aaghhh, tu sólo créeme, es un lío grave.
-Se está moviendo…
La mirada verde y lacerante le llegó a la nuca.
-Digo el juego, la rueda, nos estamos moviendo…-no entendió el porqué del enojo.
El cambio gradual del paisaje desde el suelo hasta posicionarse en el aire al blondo le pareció interesante, veía "cara a cara" las copas de los árboles en vez de hacerlo hacia arriba, puso sus dos manos extendidas en el vidrio que lo separaba del exterior, acercando lo más que pudo su nariz a este, una ardilla llevaba entretenida su nuez pasando por una de las ramas, buscaba, con los ojos, por novedad más que nada algún nido de pájaro, pero su mano fue tomada por la del rey.
-Wolfram, ¿te darías vuelta?...
Giró un poco la cabeza, lo suficiente como para permitirle al rey hacerse dueño de sus labios, era exquisito sentir esa lengua dentro de su boca, se enderezó para inclinarse un poco más hacia el cuerpo de su amado, la danza que hacían contenía una sensación de prohibido increíble, se estaba besando con el maou, casi en público, pero eso era lo de menos, su hermano mayora estaba "al frente", si por esas cosas de la vida se le ocurría mirar hacia atrás, no sabia como sería su reacción, sus frente se apoyaron la una con la otra.
-Yuuri hoy ha sido uno de mis mejores días…
-Sí, para mi también-se mostraron sus dos sonrisas, mientras todo lo que existía en el mundo era las pupilas del otro.
-Ha sido un día accidentado…-sus brazos apretaban parte de su espalda.
-Sí, lo de la rueda y luego salir tan apurados…¿por qué era que salimos tan de prisa?- un beso fue depositado en los labios del rubio.
-Porque…¿por qué era?....¡Ahhh!, porque Greta estaba con sir Wincott…-su voz era calmada, sin pensar lo que decía.
-Verdad…-por fin uno despertó del sopor, su reacción fue abrir enormemente sus ojos-¡Wolfram!, Greta esta con ese pendejo y nosotros aquí muy tranquilos…
Una risa les llegó a los oídos, ambos conocían muy bien de quién era.
-¡Greta!...¡Yuuri, ahí esta Greta!...
-¡Mocoso de porquería, aléjate de ella!


En el cubo " de atrás", desde dónde estaba la pareja real, se encontraban dos pequeños niños, mirando emocionados el paisaje y el cambio que había tenido desde el verano por arriba.
-Greta, mira ¡ahí hay una ardilla!
-Sí, y ¡ahí hay unos pájaros-bebés!, mira.
-Greta…¿esos no son tus papas?...
-¿Quiénes?-no dio vuelta su cara para ver lo que el niño se refería.
-¿Esos, mira los de ese carro?...
-¿Qué están haciendo?...
-Se están besando…
-No, entonces no son.
-¿Cómo estás tan segura?, no hay nadie más que tenga pelo negro…
La curiosidad mató al gato, al ver la escena de que le estaban hablando, pudo reconocer al instante y sin equivocaciones a sus dos padres, su pecho se llenó de emoción, aplaudió con sus dos manos, no pudo contener una risa de felicidad que salió de su boca.
-¿De qué te ríes…?no es gracioso…
-No, no es gracioso, pero no me río porque sea gracioso…
-Greta, ¿puedo darte un beso en la mejilla?
A la niña le costó procesar la información que le estaban dando.
-Esta bien.
Sir von Wincott se acercó a la cara de la princesita para estampar un largo beso en su mejilla derecha.


Una pelirroja miraba pensativa el panorama, realmente inserta en esta, pero él que no podía concentrarse en él, era un alto moreno, quién no podía dejar de mirar a la científica, pensaba irónico que "nunca había experimentado esta sensación que ahora sentía", pero en realidad se preguntaba si era "nunca".
-¿Sí, Gwendal?...
-…-no dijo nada porque no tenía nada que decir, su cara expresó eso.
-¿Querías decirme algo?...-la mujer le sonrió con la mirada, un delicioso baño de esos ojos azules-veo que no, supongo que es mejor así-tomó con su brazo, el brazo izquierdo del general-de vuelta al castillo quiero que me ayudes en algo…
Cruzó sus brazos sin retirar el de ella.
-¿Ahora en qué?...
-En el "mueve-árboles-kun", tenemos problemas para retirar unos árboles cuyas raíces han arrancado placas enteras de…
-Entiendo…¿Qué tendré que hacer?
-Pues como siempre cooperar con tu maryoku-volvió la vista hacia donde antes estaba.


Un par de castaños, había creado una rara atmósfera alrededor de ellos, por un lado por la mente de la médico no se pasaba ningún pensamiento, se sentía tonta, no lograba unir ninguna idea para proponer una conversación, pero a la vez, el hombre con su sonrisa le aconsejaba que no eran necesarias las palabras…


La máquina alcanzó a dar una sola vuelta, la razón de esto fue una rigurosa seña que le hizo el general al chico que se hacia cargo del juego.
Una vez afuera esperó pacientemente a que el rey y su cónyuge descendieran de él, los dos captaron el aura negra y enrabiada que tenía, pero no podían hacer nada en contra de ello.
-¡Gwendal!...
-Heika,-pudo haberlo matado con sólo los ojos-no me diga nada, no quiero escuchar nada, de ninguno-miró a su hermano-ahora quiero que vayan al pacto de sangre y se preparen para el baile, pero ¡AHORA!


La pareja real había hecho el camino al castillo en tiempo record, sólo en pensar en la verdadera furia del hijo mayor les recorrían la espaldas unos fuertes escalofríos, pero de todas formas para el baile faltaban algunas horas, así que no había porqué preocuparse, el moreno estaba sentado en el borde de su cama pensando meditabundo en cierto "problemilla" que había tenido al acostarse con su prometido, ¿preguntar sería muy extraño?, sin embargo si no lo hacia, no lo haría nunca.
-Wolf…-no espero a que el príncipe le pusiera atención-lo de la tarde…
El tema los hizo ponerse en posición de escuchar.
-Tu…bueno..tu…pudiste…ettooo…tu sabes…"lamerlo"…yo….emmmm…¿Cómo pudiste?
-¡¿Cómo pude?!...¡no te gustó!...¡te pregunté!
-¡Si me gustó!, pero…emmmm…el hecho es que…yo no pude-su voz fue tan baja que sólo las hormigas pudieron oírlo.
-¿Qué?, ¡habla más alto!
-¡Que yo…!
-¡¡Wolfy!! Elizabeth te esta esperando…Ohhh…llegó en mal momento…jijiji…-tapó su boca con tres de sus dedos, había escuchado toda la conversación y su instinto, más que su oído biónico le hizo saber lo que había dicho el rey.
-Yuuri, antes que me vaya-en sus manos se apreciaban dos regalos, envueltos de tienda-esto es para ti-le pasó el paquete más grande-pero Miko-hahaue dijo que era conveniente que te lo probaras para cambiarlo si no te quedaba.
-¿Qué me lo pruebe?
-¿Me prometes hacerlo mientras hablo con Elizabeth?
-Esta bien…-siguió la silueta de su prometido hasta que salió de la habitación, entonces ese regalo era para Elizabeth, a ella también le había comprado algo, y así decía que no había sido su novia…
-Heika, recuerde que es el día "del amor y la amistad"….heika…-la mujer se paró en frente de él-me gustaría tocar unos "temitas" con usted, nada importante…
-¿Cuáles…?
-Sé que tiene problemas con chuparlo-lo soltó todo tan rápido que el cerebro del rey a penas si pudo comprender lo que le estaban diciendo, para luego mandarle la orden a una buena cantidad de sangra para que subiera a sus mejillas.
-¿Có, co, co, comomomo….lo supo?
-Lo escuché, jijiji, no tiene que preocuparse, su secreto esta a salvo conmigo, ¿quiere consejos?
Era "peculiar"….esos temas no eran para debatirlos con una mujer, ¿o sí? Tratándose de Cheri-sama, debería ser toda una experta, pero eso no quitaba…
-Sé que los quiere-la indecisión se basaba en la vergüenza, la mujer lo sabía y quería ayudar, así que aunque no le hubiese contestado cantaría a la par de Gardel o Sinatra- hay personas a las que le ayuda imaginarse que el pene es un alimento fruta o algo delicioso que le guste para lamerlo, aunque son muy pocas las personas a las que en realidad le sirve este método, así que…lo único que puede hacer es confiar en sus habilidades y no pensar en nada…excepto el disfrute que le va a hacer sentir a mi hijo…yo también pase lo mismo por usted…
-¿En serio?-se tapó la boca con las manos al darse cuenta de lo que había dicho-perdón…
-Si…-suspiró-debe ser difícil de creer-le cerró un ojo a su yerno-pero, sí, pase por lo mismo, ¿sabe lo que me sirvió?...-los ojos del rey querían que continuara-morderlo de lado, no de frente, ladear la cabeza para morderlo suavemente de lado, eso me quitó los nervios iniciales…heika, que a mi me haya ido bien con eso no significa que a usted le pasé lo mismo, el mejor consejo es "sólo déjese llevar".
¿Por qué será que presentía la última frase?


Sacó de su envoltorio el normal regalo, se esperaba algo mucho más impactante que un pijama, pero estaba bien contar que le había regalado algo…una extraña sensación lo embargó al sacarse la ropa para ponerse su presente, era raro sentirse a sí mismo desnudo, recordó el espejo que estaba a un lado de la cama, se paró avergonzado frente a él, buscando marcas en su cuerpo, había algunas, sin embargo mucho menos notorias de lo que se esperaba, se tocó el pecho, bajó hasta sus genitales para delinearlos por encima de la ropa, con todo lo que había pasado…su cuerpo no tenía huellas en las que comprobarlo, al menos no como al él le hubiera gustado.
El pantalón y la camisa en verdad era de su talla exacta, ni muy holgado ni muy apretado, se pudo dar cuenta de aquello al colocárselo.
-Yuuri…¿Cómo te queda?
-Bien, bien…
-Qué bueno, entonces no habrá que cambiarlo.-el rubio se acercó peligrosamente a él, quedando a solos centímetros, tomándolo por la cintura-ahora hay que prepararse para el baile…
-Wolfram…¿puedo besarte?
-¿Qué pregunta es esa?
-¿Puedo?
-Sí, si puedes- sintió sobre sus labios el cálido aliento del rey, que poco a poco era cambiado por algo mucho más sólido.


Entró con cuidado y la voluntad por el suelo al laboratorio de su mejor amiga, veía los frascos, jeringas y líquidos como si fueran a base de veneno, al medio de la gran habitación una tabla, "también giratoria", pensó, estaba hecha de madera, cinco amarras hechas para un cuerpo humano estaban incrustadas en ella.
-Buenas tarde Gwendal.-la voz de la científica era el toque final para esa macabra escena, de la cuál él sería la víctima.-por favor…-no necesitaba nada más que esa petición para tomar posición sobre el nuevo invento, la pelirroja unía cada una de las amarras dándose todo el tiempo del mundo para hacerlo.
-Anissina… ¿cómo funciona este aparato? Recuerda que tenemos que ir al baile.
No hubo respuesta la mujer se dirigió hacia el interruptor para apagar las luces, luego volvió hacia donde estaba atado el hombre, se sentó a un lado de la mesa, por unos segundos se dedicó por completo a ver el cuerpo del alto moreno.
-Anissina ¿Qué pasa?
-Gwendal el "mueve-árboles-kun" no existe-declaró en una dura y decidida voz la mujer, mientras desabrochaba los primeros botones de su verde-chaqueta.


Rebotaban sobre la cama a cada movimiento, la fricción entre sus miembros, escondidos por sus ropas era cada vez más alta, las caras tomaban un tono rojo, pero ya no tan brillante como en su primera vez.
-Yuuri…¿estás seguro?
-Sí, pero Wolf tú me pediste que fuera bueno…yo te pido que seas gentil…
-Henachoko tierno, no digas esas cosas, que me dan ganas de comerte.
Al pecho del príncipe ya no había nada que lo cubriera, ni siquiera su camisa interna, las manos morenas se entretenían con la nívea espalda, una gran estocada de la pelvis del rubio chocó contra la del rey, quitándole todas las ganas de hacer algún reclamo porque lo hubiera llamado henachoko.
Sus bocas se unían entreteniéndose con la textura de sus lenguas, la humedad y sabores compartidos que hacían a su temperatura corporal aumentar, las albas manos desabrochaban los botones que protegían al pecho del maou, colándose por entre sus ropas, llegando al máximo lugar que su posición le permitía, sentía la piel debajo suyo temblar, se imaginaba porqué, pero si en realidad le tenía tanto miedo a ser el uke…
-Yuuri…todavía no creo que estés seguro.
-¿Por qué?, ¡ya te dije que si lo estoy!-cerró los ojos al gritarle a la cara esa última oración a su amante.
-Tu cuerpo me dice lo contrario, estás…
-¡Sí se que estoy…demostrando otra cosa…pero Wolfram, quiero hacer esto!-su voz se relajó un poco-en verdad quiero hacer esto, sólo…
-Esta bien…Yuuri- tal vez el que estaba cumpliendo mal el papel en todo esto era él mismo y no el moreno, lo único que debía hacer era darle seguridad, no preguntarle a cada rato si la tenía.
La vena yugular del rey fue atacada de principio a fin por una corridilla de besos, su lengua se dirigió desde allí, hacia una masita de carne, que siempre le había llamado la atención, esta vez la mordida fue un poco más fuerte que la anterior, el maou sintió un leve molestar en su garganta, le dolía, pero al mismo a tiempo le daba placer.
¿Qué hacer? Esta vez tenía que ser capaz de lamer esa parte, fuera como fuera, morir…hasta ahora no había conocido ninguna persona que dijera "mi novio, novia se ahogó mientras me hacía sex oral…si sólo hubiera sido más fuerte y no me hubiese corrido dentro de su boca…", no, no conocía a nadie así, y tampoco había visto ninguna noticia de ese estilo…así que esa opción, por lógica debía ser descartada, además Wolfram se había aventurado a hacerlo como si nada, como si lo que estuviese frente a él fuera un dulce, y no "otra cosa".
La boca y lengua del rubio, por mientras el rey tenía su debate interno, había bajado hasta su ombligo, dónde se aventuró a probar amargo sabor que le daba, era algo así como jabón mezclado con sal y algo más que no pudo identificar, su pecho sentía la dureza de su amante chocar contra él, subió, maldadosamente hasta su tetilla, lamió el músculo debajo de ella, para empezar a hacer círculos alrededor de ella, el cuerpo debajo suyo se movía dando estocadas al aire mientras el continuaba con su trabajo.
Sin darse cuenta llegó a moverse inquieto por debajo del príncipe, no era para menos, le estaba colocando demasiada atención a esa parte, los círculos encerraban en el medio a ese punto que lo volvía loco, la espera para que llegara al medio, sus uñas y ansiedad utilizaban de punto de apoyó las sabanas de la cama, que ya de por sí estaban fuera de lugar, por fin, la tibio humedad, que se enfriaba en seguida al ser abandonada, llegó al botón central de su tetilla, una sensación de plenitud y unos escalofríos lo llenaron por entero, a parte que en medio de eso se le había salido un gran y fuerte gemido mezclado con el nombre de la persona que amaba.
-Yuuri-dejó lo que estaba haciendo, para, por reflejo, responderle.
Las bocas chocaron las una con la otra, los dientes dolieron un poco, pero no fue el único choque, mas abajo sus genitales también habían disfrutado del momento, ahora se friccionaban entre ellos, el rubio decidió sacarse los pantalones, el monarca al ver lo que su consorte hacía, retiró la camisa de su cuerpo, y tomó la decisión que tanto le había costado, sus dos manos se apoderaron de la ropa interior de un descolocado blondo para dejarla a la altura de las rodillas, donde no molestara, resbaló por el lado de él, aconsejándole por medio de sublimes toqueteos que se recostara de lado en el lecho, quedando cada pelvis a la altura de la cara ajena, el rubio tomó la almohada para apoyar su cabeza en ella, más por costumbre que otra cosa, sintió como la persona que maniobraba su cuerpo, le hacia flectar su rodilla izquierda para tener mayor facilidad
-¿Qué….¡Ahhhhh!....¡Ahhhhh….! yuu…ri….¡Ahhhhh…!- para empezar miró con saña el pene de su novio, la imagen de la sexy-queen revoloteó en su cabeza, ladeo su cabeza y de esa forma apresó el miembro en su boca, con sus labios probando su dureza, si su memoria no lo traicionaba aún podía estar más duro que eso, entre sus labios y dientes, lentamente sacó su lengua, para pasarla en ese pequeña parte de su miembro, un gemido no se hizo esperar, separó su cara de ese lugar, par volver a mirarlo, el miedo y el asco todavía no se iban, dos ideas locas tocaron a su puerta, la única manera de superar el miedo a la arañas es tocar una araña y mientras más rápido uno se saqué el parche de una herida menos duele…
Se dio el valor mental que en realidad no tenia y contó hasta tres…
-"uno-su corazón tenía planeado salirse de su boca-dos-morir era imposible, imposible-y…y…¡Y….!-no era un "henachoko", no uno completo, así que empezar a contar 2 y medio, 2 tres cuartos no era una opción- ¡TRES!- todo la cuenta mental, para de una sola vez menter por completo el pene del rubio dentro de su boca, el que al ver la extraña y apresurada reacción, se alejó un poco del cuerpo del otro, para entender mejor lo que pasaba, Yuuri, había cerrado los ojos y luego, de la nada, se había tragado "eso", no pudo sujetar la frente del otro por mucho, la lengua del rey atacaba por completo esa parte tan sensible de su anatomía, estaba atrapado dentro de su boca.
"No fue tan terrible", pensaba un "felador inexperto en el primer intento de su vida, el que llegó asustar a su "felado", ahora todo era más fácil, a pesar de no querer ni estimar a qué profundidad le había llegado, vomitar no era lo que quería, extrañamente quería meterlo lo más que pudiera dentro de sí, sacó el ensalivado pene del blondo de su boca, para empezar a acariciarlo dulcemente, ahora que sus miedos habían muerto, un beso fue depositado en su punta, donde por fin dejó que su curiosidad lo guiará, la punta tenía un "hoyo" hacia dentro, por parte de ese camino se aventuro su lengua, no llegó a estar muy adentro, pero las dudad del momento fueron recompensadas, ahora la persona "de allá arriba" se agarraba con una mano de sus cabellos azabaches y con la otra de la almohada, acomodó un poco su propia posición semi-apoyando su cabeza en su brazo derecho, para llegar con mayor comodidad.
El príncipe sentía como el rey bajaba hasta su base dejando una espesa estela de baba en el camino, para apresar con su boca la parte baja de su pene, donde movía su lengua insinuantemente para torturarlo un poco más, delante de sus nublados ojos verdes, se mostró la presa perfecta, frente a él, aún escondidos en el pantalón pijama y en las ropas interiores estaba el erecto pene del moreno, bajó esas dos prendas, lo que hizo que su novio detuviera a momentos su labor, para después lamerlo de punta a cabo, el rey gimió sin trabas.
Un nuevo pasatiempo fue descubierto, ambas cabezas se entretenían llegando a partes del pene del otro que la lengua ajena no había llegado, una competencia fue impuesta, el rey tomó con su mano izquierda por la base el miembro del otro, para con su boca mamarlo más cómodamente, la venganza que le dieron fue una gran embestida dentro de la boca y una mordida en la zona de su propio glande, por la sensibilidad de esa zona, un gemido que debió ser escuchado fue ahogado por las estocadas del rubio.
Al evitar que uno de sus miedos se hiciera realidad y volver a ingresar el aire vital a sus pulmones, sus ojos al abrirse vieron lo que anteriormente le había llamado la atención, los testículos del joven, el hijo menor de la exmaou al presentir un extraño deseo de parte del actual-maou, detuvo sus venganzas y lengua, para ver como el moreno acortaba distancia con sus genitales, pero no se dirigía hacia su penes, eso lo asustó, una mordida mal dada y lo dejaría infértil o con dolores por días, sin embargo los ojos negros hipnotizados en esa zona no lo dejaron reclamar.
La punta de sus yemas tocaron esa "bolsita" que había captado toda su atención, lo movió un poco, se parecía al de él, debía ser igual, pero no lo era, lo acarició de nuevo para pasar sus dedos por la base de ese nuevo lugar.
A la vez una nívea mano se aventuró para tomar los testículos del rey y así hacerle sentir algo mucho más profundo, el índice de esa mano marcó el trayecto desde detrás de su ellos hasta su entrada, las sensación de frío se hizo presente en su cuerpo, el príncipe estaba ensalivando sus dedos, fue lo que pudo ver desde donde estaba.
Mas no lo dejaría terminarlo todo en ese punto, esta vez fue la lengua del moreno la que avió el escroto de su amado, el que adivinó todas las intenciones de engullir esa parte de su cuerpo.
-Ten cuidado…
Por respuesta, introdujo parte de ellos en su boca, no utilizaría los dientes por precaución, el también era hombre y sabía lo que dolería una herida ahí.
-¿Cómo se siente?...Wolf…
-Cosquillas, me da cosquillas.
Tomó la mano que se colocó en el principio de su espalda como señal que ya era hora de volver a una posición normal.
-Yuuri…-al estar su cara ala altura de la del príncipe, este lo tomó por los hombros, acostándolo boca arriba sobre las sabanas, luego pasó sus dos manos por la cintura del rey para abrazarlo, sus labios volvieron a juntarse, para dejar a sus lenguas degustar el sabor de pene del otro en su boca.
-Wolfram..-ninguno de los dos pensó que era de idiotas decir el nombre del otro mientras se miraban a los ojos, como si lo único que existiera en este mundo era la pupila de un color tan exquisito de la persona a la que amaban.
Por un lado el colchón y por el otro el príncipe, no podía estar en mejor ubicación, una mano en sus muslos hizo que su naturaleza le aconsejara, sabia, que abriera las piernas por completo, se sintió débil, pero a la vez iba a ser penetrado por el rubio, así que no había porqué temer.
Acomodó sus manos por encima de los hombros del príncipe, una acomodamiento que luego se transformaría en rasguños en la espalda blanca.
El aliento del otro se mezclaba con el suyo, ya que el blondo había escogido apoyar su frente contra la de él, se sintió mágicamente mover sus caderas junto con los dedos que tenía dentro, se sentía bien, pero necesitaba algo más duro y grande que esos dedos para satisfacerse, sus ansias fueron escuchadas, al mismo tiempo en que sentía una presencia extraña y mediamente incomoda introduciéndose en su entrada, una boca calmaba sus nervios con el dulce tacto de su lengua.


La mayoría de los nobles se había decidido por participar en el gran baile que se daría en honor al primer día del "amor y la amistad" en Shin Makoku. Los vestidos eran de una variedad increíbles desde dignos del siglo XV hasta modernos sacados de una película futurista.
Los que no habían podido en el día, intercambiaban regalos ahora, era todo un gran revuelo, todos saludándose, abrazándose, algunos besándose, con montañas de regalos cada uno entró y salió de esa fiesta, los camareros y sirvientes corrían de un lugar a otro tratando de no pisar ni tropezar con uno de los invitados.
Desde hace más de dos horas que se estaba esperando que la pareja real hiciera su gran entrada, pero nada, ni la sombra de los dos novios, algo le decía al padrino de uno de ellos que era mejor no irrumpir en su habitación, y su otro hermano, el mayor tampoco llegaba, se entretenía con la doctora y con dos niños mientras tanto, jugaban a ensañarles vals a los dos pequeños, claro era complicado por la diferencia de altura, pero hacían su mejor esfuerzo.
Una de las sirvientas, trataba de hacer a la vista de todos los presentes una pirámide de copas llenas de champagne, era todo un espectáculo, todos habían hecho apuesto si lograría la meta o si fracasaría antes de poner la copa final, todas la luces estaban encendidas, incluida la gran lámpara central, pero esta vez no sólo con velas, sino también con electricidad, ese maravilloso invento que heika había traído de la tierra, los más osados daban sus propias explicaciones de cómo era su funcionamientos, si era con maryoku o con otra cosa, hasta con el mismo aire, se llego a escuchar.
-¡Stoffel!-un escalofrío recorrió la espalda del hombre, al reconocer esa voz.
-¡Hermana!...-se dirigió a la persona que seguía a la sexy-queen-¡Waltorana!...¡Cuanto tiempo!...
-Onii-chan, ha sido mucho, espero que esta vez no traigas una pretendiente contigo, jijiji.
Entendió la velada amenaza.
-Lord von Spitzberg, usted sabe que el único prometido del maou, es mi sobrino, Wolfram…
-Sí, lo sé, lord von Bielefeld, créame que lo sé.-el tono de las voces expresaba una falsa amabilidad-pero no es bien visto que sir von Bielefeld, se el único con derecho a ser prometido…
-Mi sobrino y tiene todo el derecho y más de casarse con el rey-las personas alrededor empezaban a perderle importancia a la pirámide y la entusiasmada sirvienta para darse vuelta hacia las tres personas, en especial los dos Lores.
-¡Queriendo acaparar poder! ¡Eh! ¡Waltorana!...-cada palabra fue hecha en un volumen superior- ¡Debería darte vergüenza!...¡Todo el mundo aquí presente sabe que tu sobrino duerme en la cama del maou, prácticamente desde el día en que llegó!
-¡Es completamente normal para los jóvenes no para los viejos como tú!-algunas risas se escaparon ante el público.
-¡Normal!, ¡eso prueba que el maou sólo lo quiere para satisfacción personal! Porque…¡no me digas, duermen juntos tomados de la mano, abrazándose, diciéndose que se aman y nada más!-el tono sarcástico utilizado fue con un atisbo de femineidad.
-¡Y si tienen sexo, no es algo que a ti te importe!,-tomó aire-¡lo único que quieres es casar a una Spitzberg con su majestad, para así incrementar tu territorio y tener ese apéndice de la zona del maou que siempre has envidiado! (4)
-¡Y tu, cría prostitutos, no me digas que no has pensado los beneficios que traerían a tu región esa unión!
-¡Al menos no me acuesto con mi ayudante de años haciéndolo pasar como amistad!
-¡Estas de coña!...je…¡Mírate seduciendo a la esposa de tu hermano muerto!
-¡Hace más medio siglo que está a 4 metros por debajo de la tierra, así que no te preocupes!
-Lord von Bielefeld, Lord von Spitzberg- la voz de un alto moreno, sin aumentar su volumen normal, se hizo escuchar en la gran sala, sólo su aura hacia que las personas obedecieran sus ordenes-les rogaría que guardaran la calma y dejaran ciertos temas, para cuando estén a solas y Lord von Spitzberg-miró al hombre de mediana edad- recuerde que el "prostituto" también es su sobrino…-ante el silencio, continuó-me gustaría que el maou no se enterara de esta pequeña "salida de protocolo", después de todo el fue el que propuso esta fiesta en honor al "amor y la amistad", me encantarían que mostrasen gala de esas dos cosas…
-¡Gwendal!, mi amor-la rubia se tiró a brazos de su hijo-si que te has demorado eh…-le guiñó un ojo.
El general aclaró su garganta.
-Madre, por favor.
-Mi amor, hueles como el perfume de Anissina…
-Madre…-lo que podía hacer era aceptar el abrazo de pitón de su madre como un fiel corderito.
-Anissina ¿qué le has hecho a mi hijo?-sintió que la científica se dirigía hacia donde estaba, también, a su hermano desaparecer entre la multitud, o mejor dicho, arrancar.
-Gwendal me ha ayudado con uno de mis experimentos. ¿No es cierto? Gwendal.
-Así es.
-Y este…¿ha sido un fracaso?- su voz juguetona, expresaba su emoción ¡tendría más nietos!
-Todo lo contrario, creo que ha sido el mejor que me ha resultado.
El lenguaje en clave no le fue de mucho agrado al alto moreno.
Pero, hablando de morenos…el rey hacia su aparición de honor en el baile, con su prometido del brazo, el rumor que correría al día siguiente por el reino se escucharía por varias generaciones más, los consortes tenían semblante de haber estado durmiendo, pero mucho más que sólo haberse acompañado inocentemente, además de eso el hermano mayor del prometido estaba en condiciones similares, con las ropas casi imperceptiblemente mal ajustadas, llevando en su cuerpo el olor a otra persona, liberando una esencia de "amor" al aire, resumiendo tenían cara de haber tenido sexo, sin embargo, nadie se atrevió a comentar eso en la fiesta por miedo a la reacción de Lord Voltaire.
Caminaron entre las personas escuchando muchos comentarios sobre su "atraso" y su "condición", esto ya les había pasado antes…la rubia más sexy de todo el reino los recibió con un gran abrazo conjunto, los estrangulaba a los dos al mismo tiempo en el mismo abrazo.
-Wolfy, heika, supongo que abran utilizado mi regalo…
Buen punto, el regalo, lubricante, no lo habían usado, aunque ese era su fin no lo habían hecho…
-Madre, la verdad es que no.-mientras nadie más entendiera a lo que se refería.
-Ohhh…par de malillos…jijii, mmm…supongo que tendrán los próximos días para seguir "experimentando", ustedes cuatro…
-¿Cuatro?...-el rey preguntó.
La garganta no dejaba de molestar a la cabeza de los Voltaire.
-¡¿Gwendal?!, hermano…¿tu también?...-su respuesta fue una afirmación con la cabeza que sólo él pudo ver.
-No se puede regañar a unas personas, siendo que tu mismo has hecho lo de ellas.-el mensaje estaba claro.
-¡Wolfram! ¿bailemos?...-no espero que los labios del príncipe se movieran lo agarró de la muñeca tirándolo hacia la pista de baile.
Al medio de la pista, girando al mismo ritmo del rey, frente a todos, ahora todos sabrían que su relación había cambiado, sintió un nuevo regocijo, los ojos negros que ahora tenía ten cerca expresaban los deseos de decir algo…
-¿Wolfram?...
-Sí, Yuuri…-la mano del monarca en su cintura tiritaba, el rubio le dio un apretoncito en su hombro para darle ánimos.
-Falta algo…
-¿Qué?...
-Bueno, falta algo menos…carnal…jeje.
-¿Cómo qué?...
-Como…Wolfram…-el maou tomó una gran bocanada de aire.
-Yuuri-esperó a que las pupilas azabaches se posaran en las suyas- suki (5)-esas dos sílabas se escaparon complacientes de su boca, no pudo haber sido más directo, pero eso era todo lo que quería decirle, esa simple palabra calmó su corazón, provocando la reacción contraria en el del maou, quién se sonrojo.
-Wolfram…yo también…yo…-un nuevo apretón en su hombro fue dado- te amo.
Rieron suavemente mientras contemplaban sus ojos, el mundo no existía en esos momentos.
-Wolf, siento que tuve que habértelo dicho antes que…que…
-No importa,-los labios del rey atraían fatalmente a los propios-sé lo que sentías por mí, hay veces que no se necesitan palabras, para saberlo…
-Tienes razón fue…tierno.
-¡Ves! Tu opinas lo mismo, Yuuri, ¿puedo besarte?
-¡Y tu me reclamaste cuando yo pregunté eso!
-Sí, pero ¿puedo?
-Creí que eras tu al que no le gustaban esas manifestaciones tan osadas en público…
-Es que, no creo que pueda contenerme hasta que salgamos de aquí, tus labios son en verdad…atrayentes…
-Desde ahora, no necesitas preguntar eso, sólo hazlo, no importa quién este presente…
-Lo mismo digo, pero antes…-recordó un detalle que había decidido desde la tarde -el próximo año quiero un regalo mucho mejor que esas flores…-puso su mejor cara de berrinche.
-Y yo algo mejor que un pijama igual a todos los que tengo…¿próximo ehhh…?- se hundió por unos segundos en sus pensamientos, eso significaba una año entero con el príncipe a su lado.
-Sí, próximo, porque lo habrá…¿verdad Yuuri?...
Le sonrió a su guaperas arrogante, para después poner su mano en la cintura de él.
-Claro que lo habrá, a menos que te aburras de mí antes…
-Yuuri, eso no va a pasar, no te librarás de mí así de fácil…-los dos sabían que estaban jugueteando.
Las orbes verdes hipnotizaron a las azabaches para que cortaran la distancia que había entre ellas, el aliento del otro se mezcló con el propio, creando una sensación de calidez incomparable, en ese momento sólo estaban ellos dos, al fin estaban cumpliendo el sueño mutuo de estar juntos, sin trabas, sin vergüenza, sin nervios, sin malentendidos y sin importar lo que el mundo pensara, porque los labios del otro, de su amado, les hacía olvidar sobre su propia existencia.


Post Scriptum:
(1): No me refiero a que les dio un litro y medio de lubricante…sino a que, 10 centímetros cúbicos contienen un litro de agua…bueno la caja en que venía el regalo podría contener un litro y medio de liquido.
(2): Aunque no lo crean, el aire es un fluido.
(3): Según mi mapa, sacado totalmente de mi imaginación, la región Bielefeld es la más alejada de la zona del maou.
(4): Una vez más un producto feo de mi imaginación…
(5): Suki, es algo asi como "me gustas" "te quiero", ( no me pude decidir por ninguna de las dos traducciones).


Ufffffffff…¡terminé!!!!
Si llegaron a este punto y dejan un review, déjenme decirles, de ante mano, que os amo.
Ahora a actualizar los otros fics y a terminar "el complot"…….Nos vemos!!!!
El próximo año les narraré el Sn Valentín al que se refieren…

Os dejo un link a mi livejournal :

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